lunes, 24 de marzo de 2014

Y ahora qué

A veces pienso que no debería haber estudiado lo que estudié. Que debería haber hecho cualquier otra cosa. Incluso no estudiar nada.

Otras veces pienso que lo que echo en falta es precisamente dedicarle más tiempo y energías a los temas que decidí que me interesaban. Ingeniería, energía, recursos, todo eso sobre lo que ya no escribo nunca.

Hay días en que creo que me valdría encontrar cualquier proyecto ilusionante. Pero luego encuentro alguno, y sí, me ilusiono, pero solo un rato. Luego se me pasa. Me sabe a huída hacia adelante, y me digo a mí misma que no se me da bien autoengañarme. Y entonces me siento perdida y creo que nunca más podré volver a ser feliz, porque ya nunca más podré creer que existe un camino.

Dicen que nunca encuentras todas las respuestas, porque cuando crees que encuentras una, te aparecen nuevas preguntas que contestar. Una puerta que lleva a otras puertas. Así fue durante mucho tiempo para mí también, hasta que encontré algunas respuestas clave y dejaron de aparecer nuevas preguntas. Solo queda un persistente, angustiante y sin solución aparente, "¿y ahora qué?"

Puedo seguir escribiendo sobre feminismo (o algo parecido), sobre poliamor, sobre privilegios, sobre los problemas estructurales a nivel social. Quizá lo haga. Pero no resuelven el nudo. No está ahí el tema que no me deja dormir.

"¿Y ahora qué?" ¿Me apunto a un partido? ¿A un grupo político sin partido, como un grupo feminista o un grupo ecologista? ¿Busco un huerto urbano? ¿Me voy a vivir al campo? ¿Monto una comuna unipersonal? ¿Intento olvidarlo todo, trabajar en una empresa capitalista, si es que encuentro a alguna que quiera contratarme? ¿Dejo de vivir? ¿Sigo dando tumbos sin ton ni son hasta que por arte de magia la respuesta aparezca por sí sola? ¿Busco un maravilloso punto intermedio entre todas las anteriores?

La promesa del mito del amor romántico es que una vez lo encuentres todo lo demás se resolverá solo. Derribar ese mito duele, porque desaparece con él el último bastión de la fe en la magia. "Hemos matado a Dios". Hemos matado a la fe. Yo he matado la fe en la mayor parte de cosas en las que tenía fe. Apenas me queda la fe en que es mejor seguir vivendo. (Tengo el problema de que mi raciocinio opina que es mejor no hacerlo, y es así casi "desde siempre", así que mantengo apasionados debates conmigo misma en los que me aferro a la vida sin razón aparente).

Pasada la fase en que solo quería contarle a todo el mundo que "el rey está desnudo", he llegado al punto en el que caigo en que la que va desnuda soy yo. Y quiero esconderme, pero no puedo. Y a veces quiero volver a cuando no lo sabía, o por lo menos poder seguir fingiendo, pero eso tampoco puedo hacerlo.

Todo esto puede sonar a que mi gran problema fue dejar caer el mito del amor romántico. Pero no. El mito que me cayó a los pies fue el de "la humanidad siempre encontrará el camino para seguir adelante". O el de "las energías renovables son LA solución". En realidad, todos los "X es LA solución". No existe un "LA solución". No lo son las energías renovables, no lo es el poliamor, no lo es conocer tus procesos biológicos, no lo es echar a los líderes políticos de turno, etc, etc, etc.

M. me propuso que escribiera sobre lo que creo que debería ser. Quizá lo intente.

miércoles, 19 de marzo de 2014

El sexo de los ángeles

[Post película El sexo de los ángeles. Muchos spoilers]

- Si no lo hubieras visto, no hubieras notado nada, ¿no? 
- No... 
- Entonces no te estoy quitando nada.

No podría haber elegido peor momento para ver esta película. Miento. Ha habido momentos mucho peores.

- Quan t'enfades et poses molt agressiva. 

Quizá no es el peor momento, pero sí uno de los malos. Mal mal mal...

Privilegios sexistas por todas partes. Era más feliz cuando no los veía. Pero esta es otra mentira. No existe un "cuando no los veía". Siempre los veía. Es solo que antes no estaban tan claros, tan delimitados, tan imposibles de camuflar... Ahora no puedo hacer como que no los veo.

- Ara t'estimo més encara, perquè m'acceptes tal com sóc. 

Bonito, ¿no? Entonces, ¿por qué mi estómago se revuelve? ¿Por qué tiene que ser ella la que lo entienda a él? Ella es el problema, ella es a la que hay que convencer. ¿Por qué me jode tanto que sea así? ¿Por qué tengo la sensación de que a ella la están domesticando mientras ellos están siendo más como les apetece ser?

No, esto no es lo que quiero. Esto no es un referente. Esto no me sirve de nada. Solo duele.

Me gustaría poder estar aunque solo fuera por un rato en un ambiente no patriarcal. Para saber cómo es. ¿Cómo se puede vivir de forma no patriarcal habiendo bebido solo cultura patriarcal? A veces me satura tanto intento de escapar de este laberinto sin fin. Replantearlo todo... en un mundo que no cambia (o no lo bastante rápido).

Lo mejor de la peli creo que son las escenas de sexo. Y que es bastante creíble. Quizá para mí esto también es lo peor, que es creíble, que no cuesta imaginar esa situación, y esos comportamientos, y la sensación de que ha cambiado todo, sin haber cambiado nada. 

lunes, 17 de marzo de 2014

Deshaciendo el nudo

Estoy con mi bla bla bla de costumbre. (En realidad si lo pienso, no me soporto, no puedo con mi bla bla bla, pero no tiene solución, intentar callar es peor)
Y me interrupen. La persona a quien yo había interrumpido.
- Se supone que no debes necesitar refuerzo emocional continuamente.
Dice. O algo parecido. Y algo me hace crack. Pero sigo con mi bla bla bla, eso es lo que hago siempre, seguir con mi bla bla bla, dándole la vuelta a mis palabras. A veces después de hacerlo llego a darme cuenta que estoy pretendiendo que he dicho algo completamente distinto a lo que realmente he dicho.
Pero volvamos a mi crack.
¿Por qué siempre se supone que una debe sentirse así o asá?

No debería necesitar un apoyo emocional continuo. Ahí me ha dado de lleno. También se supone que no debería sentirme como una mierda. Pero, ¡oh sorpresa! Lo que debería ser no cambia lo que es. Vivir en este mundo me enferma (literalmente), y sí, a menudo me siento como una mierda. De ahí toda la mierda de adicciones al amor romántico. No hay droga mejor para aliviar el dolor de vivir en este mundo.

No quiero teorías en las que se parta del supuesto de que voy a sentirme bien. No funciona. De verdad, lo he probado muchas veces. Quizá por unos días me vale, pero luego la hostia es tan monumental que me cuesta meses recuperarme. Así que no, no me pidáis que me sienta bien así porque sí. Yo necesito cosas básicas. Necesito cariño, necesito atención, necesito que de vez en cuando me digan cosas obvias, necesito olvidar "lo que debo hacer", necesito poder descansar. Necesito hacer cosas absurdas y creerme que no voy a quedarme sola por hacerlas.

Lo siento, no me valen teorías que solo funcionan en mundos de fantasía donde todxs venimos de experiencias neutras y somos emocionalmente estables y no metemos la pata. Mis experiencias previas traumáticas, mi inestabilidad emocional, mis grandes meteduras de pata son las las que me han traído hasta aquí. No soy un ser ideal que sigue una ecuación ideal. Y no me da la gana seguir sintiéndome culpable por ello.

miércoles, 12 de marzo de 2014

Celos

Cuando pienso en los celos a menudo me acuerdo de una peli que vi hace tiempo, una peli romanticona en la que salía Brad Pitt. Había una hija leyéndole a su madre enferma. Y le leía la historia de él, su amante. Y eso incluía leer otras historias amorosas que había tenido él. Y la hija le preguntaba a la madre si prefería saltarse esa parte (o algo por el estilo) y ella decía que estaba bien, "me alegro de que estuviera acompañado".

Cuando siento celos a menudo viene esa frase a mi mente. "Me alegro de que estuviera acompañadx". Y entonces me alegro de verdad. Me alegro también de que ahora mismo varias personas a las que quiero mucho tengan al lado a alguien que les quiere mucho también. (Creo que esto es lo que llaman compersión algunas personas poliamorosas, aunque yo siempre lo había llamado empatía.)

Ahora con M. hablamos mucho sobre todas estas cosas, celos, poliamor, anarquías relacionales, comunas, comunidades, amistades... Creo que hemos convertido nuestras vidas en laboratorios de experimentación sobre el amor y las relaciones. Cuando decides que todo lo que habías creído que era inamovible ya no te vale, empiezan a caer mitos uno tras otro, y unx siente que ya no vale lo que digan otrxs, que debe encontrar el camino por sus propios medios. Cada vez que pienso "no puedo con esto", me pregunto "¿seguro que no?".

Los límites entre la amistad y el amor "de pareja" se me han difuminado hasta puntos insospechados. Últimamente me pregunto mucho donde están esos límites, si es que existen, o si solo existen muchas maneras de querer. A cada persona se la quiere de manera distinta, ¿no? Sin embargo, hay claramente dos extremos, la persona a la que quiero ver a todas horas (en plan obsesivo), y la persona de la que me canso si nos vemos tres días seguidos.

Con los celos tengo observado hasta la fecha que van a temporadas. Hay días en las que me siento terriblemente celosa con todo el mundo (aunque no haya sentimientos de amor romántico de por medio) y hay días en los que tengo la impresión de que "todo me parece bien". Pienso que a menudo mis celos son casi pura envidia. Envidia de todas las cosas que me gustaría tener en mi vida y que no tengo. Cuando pienso en que las "parejas de" tienen buena parte de eso que yo quisiera tener, la envidia puede llegar a cegarme. Y luego hay momentos como ahora en los que pienso que con algunas de esas personas ya viví los momentos bonitos que quería y ya los disfruté, y eso en sí mismo ya es suficiente, y con otras en cierto modo también tengo buena parte de lo que quiero, aunque no sea todo.

Me he dado cuenta de que puedo estar enfadada sin estar celosa. Si alguien no ha cumplido sus pactos, puedo enfadarme con esa persona y no mezclar en absoluto a su/s otra/s relancion/es. Si alguien considero que no me ha tratado todo lo bien que debería haberlo hecho, lo mismo. Puede parecer poca cosa, pero creo que es importante. La inercia social es odiar a la "zorra robaparejas". Evitar caer en eso me reconcilia un poco conmigo misma.

Cosas que creo que afectan al estado de mis celos:
- Si mis necesidades afectivas están cubiertas o no. Ahora más o menos lo están, pero es como el comer, no vale con hacerlo un día y ya vale para todo un mes, sino que se requiere un continuo. Cuando tengo escasez en este sentido, estoy peor en general, y más celosa en particular.
- Cómo me sienta respecto a mí misma y a la vida que llevo.
- El punto en el que esté la relación con unas cuantas personas que son especialmente importantes para mí. O en otras palabras, si me siento importante para esas personas, y si las he visto (quien dice visto dice contactado) con una frecuencia suficiente.
- Circunstancias varias, como los niveles hormonales relacionados con el ciclo menstrual. Por ejemplo, cuando tengo la regla me apetecen mimos especialmente, y estoy especialmente sensible a su carencia. Eso me genera frustración y la frustración lleva a los celos (y los celos al odio y el odio al lado oscuro).

Me gustó leer esto: "¿Se pueden evitar los celos?". Y el artículo de la mosca cojonera en El País, "Si no sufro, el amor no ha sucedido (o mejor desaprender los celos)". Y escuchar a Marcela Lagarde hablar sobre los mitos del amor romántico (el principio es como muy hetero, pero hacia el final habla también sobre el amor lésbico). Y ya dejo de poner enlaces que estoy que no paro con el tema...

viernes, 7 de marzo de 2014

Ancestras

En Pikara preguntan por nuestros referentes feministas. "Ancestras y maestras". He estado pensando sobre ello, porque creo que está muy bien saber agradecer a las luchadoras que nos han abierto camino. Pero soy incapaz de hacer una lista en condiciones...

Mis referentes son más o menos todas las mujeres que han pasado por mi vida. Y muchas de las que he leído (de la mayoría ni siquiera he sabido nunca el nombre). Y personajes ficticios también hay unos cuantos... Como Susan Calvin, qué grande fue en su momento "encontrar" a Susan Calvin. Incluso Ranma 1/2 con ese género cambiante y esos momentos tan lésbicos. Y Buffy, claro. ¿Ves? Me pongo y no paro.

En realidad mis dos grandes referentes fueron mi madre y mi hermana mayor. Pero decir solo eso es quedarse taaan corta. No sería ni de lejos quien soy si no hubiera tenido cientos de otras "ancestras y maestras". Y "ancestrxs y maestrxs" así en general. Tantos libros en mi infancia y primera juventud. ¿Sería la misma sin Ursula K. Le Guin? ¿Lo sería sin todos los libros en los que lxs protagonistas eran animales libres? ¿O solo los libros feministas pueden hacernos feministas? Luego mis amistades, siempre personas que no encajaban en sus mandatos de género (¿acaso alguien lo hace?). O algunxs de mis profesorxs, especialmente profesoras.

Luego llegó internet, y los blogs, y los foros. Y yo dejé de leer libros, porque había tanto para leer en internet, que me faltaba tiempo para devorarlo. Y más tarde el sinver. El sinver lo cambió todo. Aunque no fue la institución en sí, sino las personas que encontré. Y los debates, tanto los preparados como los espontáneos. ¿Quien sería yo sin todas esas personas que me cambiaron? Podría intentar nombrarlas, pero sería imposible hacerlo sin dejarme a alguna.

Tendría que añadir también a tantas otras personas con las que me fui encontrando por otros caminos. Y más recientemente, a Píkara, y a Golfxs con principios, y a otras webs. 

No son "las grandes feministas de la historia". En realidad, he leído muy pocos libros feministas, y muy pocos artículos escritos por "grandes feministas". Pero también esas grandes fueron (son) importantes, aunque "solo" sea porque cambiaron el mundo en el que vivo. Y porque mis fuentes han bebido de otras fuentes antes. "Trabajamos en red". Cada nudo importa.

PD. El corrector de blogger quiere cambiarme "ancestras" por "ancestros"...