lunes, 17 de febrero de 2014

Resistencia

Me fascinan los libros de ciencia ficción en los que hablan de la empatía como quien habla de telepatía. Comunicación de pensamientos (telepatía) y comunicación de emociones (empatía), en ambos casos sin necesidad de verbalizar nada. Por ahora los libros de este tipo que he encontrado estaban escritos por mujeres... y no creo que sea casualidad. Uno de los puntos que suelen abordar es la necesidad de un entrenamiento para poder practicar ambas cosas. Es bonito imaginar que el potencial está ahí, supongo que eso lo que me gusta. Pero también la parte de "es necesario un entrenamiento". Lo he sentido así toda la vida. Por eso la primera vez que encontré uno de estos libros fue como un revelación religiosa.

Hace años L. me enseñó parte del misterio. Una no puede controlar las emociones directamente, pero sí puede controlar los pensamientos. Y ambas cosas están ligadas. Cuando entras en un bucle, sientes que no vas a poder salir de él jamás de los jamases, pero puedes recordar racionalmente que eso no es cierto. Y hasta puedes llegar a decidir ponerte a pensar en otra cosa. Puedes aprovechar los momentos en que estás bien para ir preparando la vía de escape, decidir temas, que tienen que ser algo que te interese lo bastante como para engancharte a la que lo empieces, para no volver a caer en los pensamientos en bucle.

Aun tengo que recordármelo a menudo. Y he aprendido que a veces es mejor tirar una noche, o una tarde, en pensamientos sin sentido, y limitarse a aprovechar un cambio en las circunstancias para salir de ahí (corriendo con todas las ganas). Un cambio como... dormir. O encontrarse con otra persona. Incluso aunque no sea físicamente.

No es la única que me ha enseñado cosas importantes sobre el (auto)control emocional. También S. y M. me ayudaron... Por ejemplo, con el tema de los horarios. Lo primero es ordenar los horarios de dormir y de comer. Fijarse también en la dieta. Y en la rutina del resto del tiempo. Dándole importancia a cosas como tener alguna actividad física o ver la luz del sol. Ver la luz del sol es otra de las cosas que me obsesiona.

Aunque algunos de estos "secretos revelados" tienen su contrapartida. Como generar nuevas adicciones. O la necesidad de dedicar grandes cantidades de tiempo y energías a conseguir todo eso. Y luego a mantenerlo. Y la obsesión con todo ello. Y la ansiedad fruto de la lucha contra la ansiedad. Todo muy paradójico.

En realidad esto también es "lucha contra el cisheteropatriarcado y el capitalismo salvaje". Porque esto es resistencia. Y es tener armas para conocerte a ti, conocer al resto de personas y conocer al sistema mismo. Entender la manipulación constante. Quien nunca ha sabido lo que es luchar continuamente contra sí mismx, nunca podrá ver el mundo como lo veo yo.

Y todo lo que me queda por saber... Comer poco induce a la depresión. El sexo y el  chocolate ayudan a combatirla. La comida mejor caliente. Dormir de más tampoco va bien. En general, todo tiene unos límites en los que puede ser positivo y es mejor no sobrepasarlo. Pero si te concentras demasiado en todo eso, no vives. Y vivir es importante.

Y mientras no olvidar la causa de todo esto. "El cisheteropatriarcado y el capitalismo salvaje". Saber que en el fondo de todo están los sueños robados. Vivir sin objetivos no tiene sentido, y una no puede hacerlo durante demasiado tiempo. Así que mientras tratas de ordenarlo todo, tienes que ser capaz también de volver a tener objetivos, ilusiones, una razón por lo que valga la pena todo lo demás.

2 comentarios:

  1. "Si supieras lo difícil que es vivir dentro de mi cabeza", le dije hace poco a alguien. Supongo que a veces es agotador, ¿no? A mí me agobia el hecho de pensar si va a ser siempre así, como si se acumulara, como si fuera arrastrando lo de cada día. Pero no es así, aprendemos y cada vez se nos da mejor. Si L. soy yo, no recuerdo esas lecciones de psicología cognitiva :P Espero que el café no pase de 2014. Un abrazo fuerte.

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  2. Basta con que me acuerde yo :) Aunque después de darle tantas vueltas a todo, si existe algún parecido entre lo dicho y la realidad es casi pura coincidencia.
    Ojalá ese café pueda ser pronto.

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