lunes, 4 de marzo de 2013

Cooperación internacional (I)

Se me acumulan temas pendientes. En este caso, viene otro recopilatorio de apuntes e ideas después de asistir a algunas charlas sobre cooperación internacional.

En una de estas me encontré con un hombre que, en medio de su discurso, nos dijo que la movilización social en Europa está perdiendo su primera posición mundial. Y que desde América Latina, y desde el Sur en general, nos están tomando la delantera. Nos lo decía como para que reaccionáramos y nos animáramos a participar. Y en general todo lo que dijo en la charla fue muy interesante, pero en este punto en concreto, creo que se equivoca de enfoque. No es una competición de a ver quien reivindica sus derechos con más ganas. Es (o debería ser) una cooperación internacional en favor de los derechos humanos, donde todxs nos alegramos de los avances en todos los lugares, donde nos ayudamos mutuamente en nuestras respectivas luchas, donde nos apoyamos para aprender de las otras luchas, etc.

En España, muchos movimientos actuales están inspirados en cosas que se han hecho en otros lugares. Por ejemplo, la okupación de tierras de grandes terratenientes y que además están en desuso, para que la gente, el pueblo, pueda cultivar para su auto-abastecimiento. Concepto: soberanía alimentaria. Con la historia de los movimientos reconozco que me pierdo, pero en este tema es esencial el movimiento de la vía campesina (y wiki).

Más, el tema del observatorio de la deuda, que actualmente aquí se está impulsando. En Píkara también le dedicaron algún artículo a este tema. Tenemos el ejemplo de Ecuador y el de Brasil. Esto es importante, porque también desde América Latina nos están diciendo que este camino en el que nos están metiendo ahora, el de la "austeridad" (bonito eufemismo), allí ya lo han hecho y ya han visto lo mal que fue. Aquí estamos privatizando los servicios básicos, como la salud, como las empresas de agua, allí lo están re-nacionalizando, a pesar de la presión internacional y con sanciones desde la ONU incluidas.

Y hasta aquí aun no he escrito nada sobre cooperación internacional tal y como suele entenderse (que es en forma de voluntarixs con muy buenas intenciones que van a países del sur a hacer algún proyecto con la idea de que así la gente de allí vivirá mejor). Lo cierto es que este concepto entendido de esa manera a mí no me gusta. Igual que no me gusta el concepto de voluntariado o el de caridad. En algunos casos creo que llega a hacerse bien, y tampoco me parece justo meter toda la cooperación internacional en el mismo saco. Pero creo que la mayor parte empieza con ideas equivocadas y creo que ayudan a limpiar la cara a empresas, a grupos de poder, y hasta al Sistema mismo. Y en contrapartida se realizan proyectos que algunas veces no sirven de nada y otras hasta son contraproducentes.

Ejemplo. En medio de una zona rural de algún lugar perdido en América o África, instalar unas bonitas placas fotovoltaicas, con sus correspondientes baterías eléctricas, y una pequeña red eléctrica. Hacer la foto y luego marchar, sin hacer formación ni seguimiento. Resultado: en cuanto se funde el primer fusible (porque ha hecho demasiado calor y la placa ha generado una cantidad excesiva de electricidad), se llama al manitas de turno, que lo puentea, con lo que la siguiente vez, en vez de fundirse el fusible, se quema el sistema. Con lo cual, solo se han generado residuos, que además, no son biodegradables. Estos residuos no recibirán tratamiento y posiblemente acabaran contaminando las aguas subterráneas.

Tal y como yo lo veo, la cooperación bien entendida es la que trabaja en el Norte. En el Sur se consigue la información, la mayor parte del trabajo es social, averiguar los problemas, enterarse de quien hay detrás. Y a partir de aquí, montar campañas de presión en el Norte. Un ejemplo reciente, la campaña de Greenpeace sobre un producto tóxico usado en la fabricación de ropa.

Sobre campañas, están también las que se hacen mal (siempre desde mi punto de vista). Las que perpetúan ideas racistas de: mira esos pobres negritos. Una visión de las cosas siempre distorsionada para generar pena, compasión, ideas que llevan a considerar a la gente de África y América Latina como seres incapaces, siempre un escalón por debajo. Es decir, ideas racistas. En contraposición, algunas ONG tienen como norma de comunicación evitar este tipo de cosas. Lo más evidente, evitar las imágenes de niñxs, y si tienen que aparecer que sea porque está justificado (tampoco se trata de quitarlxs de la foto). La idea que deberían transmitir es más bien la de cierta viñeta de Eneko: "No me des pescado ni me enseñes a pescar... ¡Quítale las alambradas a tu río!" La pobreza tiene causas y si se pretende luchar contra la pobreza no pueden obviarse.

Más cosas, la cooperación internacional tiene otro defecto, el que tiene en común con la idea de caridad. Muchas ONG enfocan su trabajo como si fuera caridad. Es decir, pidiéndole a la gente que dé algo que considera suyo para que otras personas puedan vivir un poco menos mal. Apelando a su bondad innata, etcétera. Así, cuando esas personas creen que aportar dinero no está "dando sus frutos", dejan de hacerlo o lo dedican a otra cosa. Es un problema de enfoque: no es caridad, es justicia, es derechos humanos. Si no se ven "los frutos" es porque por otra parte toda esa gente tan bien intencionada sigue dando dinero a la anti-cooperación (otro concepto interesante), que mueve muchísimo más dinero que toda la cooperación junta.

Lo dejo aquí, antes de que se haga más largo aún. Supongo que habrá segunda parte.

2 comentarios:

  1. Sempre que veig temes de cooperació no puc evitar plantejar-me si realment estan fent alguna cosa útil amb els diners... si realment han fet una feina prèvia per saber com es pot ajudar en una zona empobrida (empobrida pq en alguns casos ho són com a conseqüència d'un expoli)

    Em pregunto en quants casos s'actua amb prepotència desde Occident alhora "d'ajudar" a països empobrits. Perque de fet, tot i que seria mantenir-se en un marc d'intercanvi monetari, en molts casos seria suficient pagar el que realment és just per moltes de les matèries primeres que s'extreuen d'aquells països i no vendre armes desde Occident. Potser el que dic és totalment naïf, però crec que la gent podria viure molt millor.. i sense que fos necessari que uns occidentals anessin a repartir la caritat d'unes persones que no tenen ganes de pensar si tot el que consumeixen es produit sota un context de justícia social.

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  2. El tema és que no es pot mantenir el tipus de vida que porta la majoria de gent als països del Nort (parlem de Nort econòmic, que inclou a Nova Zelanda i Autràlia) si els països del Sud no ens serveixen d'esclaus en certa mesura. Per això, no es tracta només de pagar un preu més just (més elevat) per la xocolata, sinó que també cal consumir-ne menys.

    En quant a la desconfiança cap a les ONG... Jo no col·laboraria amb una entitat que no sé a què es dedica realment. Però bé, tampoc crec que la solució sigui no colaborar amb ningú, sinó al contrari, la solució passa per implicar-se mínimament i no limitar-se a posar diners per netejar la consciència i punt.

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