lunes, 21 de enero de 2013

Márgenes

De entre mis múltiples identidades, pocas veces hablo de mi identidad como persona marginal. Persona que vive en los márgenes. Persona que no es guay. Friki en el "mal" sentido. Y sin embargo la considero mi etiqueta más representativa. La mayor parte del bulling que he sufrido en mi vida ha venido principalmente por ese ser rara.

Solo en los últimos años me he dado cuenta de que el sentimiento de exclusión es mutuo. Ellxs no me quieren a mí, yo no lxs quiero a ellxs. Las personas normales no me aportan nada. Quizá es un gran prejuicio. Quizá me estoy perdiendo a personas que sí valen la pena. En realidad ni siquiera lxs odio, ni lxs trato mal, ni lxs evito... ni les hago nada parecido a lo que me hicieron a mí personas como ellxs. Pero el sentimiento sigue ahí, mezclado con ese punto de sospecha con el que miro a todos los grupos opresores.

Cuando pienso en mundos alternativos lo que más me cuesta es creer que todas esas personas también tendrían cabida. Siempre me da la impresión que no serían capaces de aceptarlo ni de adaptarse. Más prejuicios, supongo. A fin de cuentas, ellxs son los que sí se adaptaron a la norma social imperante. ¿Por qué debería costarles más a ellxs que a quienes fuimos incapaces de adaptarnos a sus (absurdas) normas? Por mucho que esa inadaptación nos permitiera ver las cosas de otra manera, a veces más útil.

Cuando pienso en soluciones a pequeña escala ellxs nunca están. Solo somos personas raras que se juntan con otras personas raras y que se toleran mutuamente sus rarezas porque saben lo que es sufrir la exclusión social. Un gran pacto de no agresión. Yo te perdono porque tú me perdonas. Y así gana todo el mundo. A veces soy demasiado optimista.

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