lunes, 3 de diciembre de 2012

Algunas alternativas

Los últimos días he estado bastante de bajón. La charla a la que fui el miércoles pasado me dejó muy mal sabor de boca. Más que nada porque era por parte de uno de los grupos de gente que debería estar apuntando soluciones y respuestas, y en vez de eso, solo repitieron el manido "cambiar los hábitos de consumo". Que sí, que es necesario, más aún: indispensable. Pero no suficiente. Especialmente si solo se focaliza en la comida.

En The Oil Crash, han publicado un artículo traducido ofreciendo un sistema de "Simplicidad radical" en el que la clase media consigue vivir razonablemente bien en caso de "Gran Colapso" (cómo les gustan los nombres grandilocuentes). Es decir, como se podría vivir bien sin necesidad de gastar la cantidad brutal de energía que se gasta actualmente entre las clases medias de los países "ricos". Algo que, si te paras a pensar, representa una proporción de la población mundial francamente pequeña. También se le pueden criticar otras cosas, como que peca de exageradamente optimista (por muchas razones). Pero aun así, me parece interesante por el enfoque: estoy convencida de que es posible vivir perfectamente y ser plenamente feliz sin tanto gasto absurdo.

Decía que he estado de bajón, pero como siempre, llega el momento de "cambiar de chip" e intentar ver qué hacer a continuación, que sea razonable y no consista en tirarse por el balcón (o cualquier otra forma de suicidio). Hay muchas cosas que se están haciendo y que van en la línea de cambiar algunos de los problemas más graves que tenemos. Por ejemplo, para paliar en parte la dependencia de comida del exterior de las ciudades, en Barcelona está este proyecto: Incredible Edible. No es el único, hay varias cooperativas de consumo de alimentos, que siempre son de proximidad y a menudo ecológicas. En este mismo sentido cada día me gusta más la idea de volverme vegetariana.

De las elecciones catalanas, una de las mejores noticias fue la entrada de la CUP en el Parlament. En eldiario.es hoy publican una entrevista a Quim Arrufat. Me pasé las semanas previas a las elecciones contándole a todo el mundo que si fuera independentista, les votaría. No sé si convencí a alguna de mis amistades independentistas. En cualquier caso creo que tienen un discurso muy interesante y atractivo, y que va en línea de lo que cada día más personas creemos que debe ser la democracia.

En el mismo periódico digital, hace días entrevistaron a Ada Colau, de la plataforma de afectados por la hipoteca (PAH). Me declaro totalmente fan de esta mujer. De nuevo, hablamos de un movimiento social que intenta cambiar las cosas desde abajo, y que rechazan tener ningún líder ni ninguna lideresa. En este caso, toca otro tema vital: la vivienda.

Por supuesto, hay muchas más cosas que se están haciendo. Aunque sigo pensando que es poco probable que tengan éxito, creo que por lo menos hay que intentarlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario